26 de septiembre de 2008

Las críticas a Palin y la revaloración de la herejía

Con el perdón por el símil clasista que usaré, parece evidente que –como dijera alguna abuela tradicionalista extrema– hasta en las herejías hay clases.

Manuel López, en el blog Lupa Protestante, hace una ilustradora e informada reflexión sobre el extremismo teológico e ideológico de Sarah Palin, la compañera de fórmula como candidata a la vicepresidencia de John McCain por el Partido Republicano en los EUA.

Al comentar que, de manera semejante al deslinde de su pastor y de su congregación que realizó Barack Obama, también Sarah Palin se ha visto obligada a cambiar de pastor y de su congregación de toda la vida para no evidenciarse como extremista enloquecida, Manuel López comenta:

De modo y manera que del mismo modo que Barack Obama se distanció de su pastor, ahora Sarah Palin, si bien por razones opuestas, no ha tardado en seguir sus pasos. "Creer en un Dios creador", recuerda Gledhill, "no es lo mismo que ser un creacionista". "en todo caso", deduce, " parece que la señora Palin cree en el diseño inteligente, que Dios fue el arquitecto de la evolución [¡Muy masónica ella, ahora con su 'arquitecto del universo'!, FJLG], en lugar de crear el mundo en seis días".

Los pastores de la señora Palin no son ajenos al movimiento de la Tercera Ola, que tiene sus raíces en la herejía de la Lluvia Tardía (Latter Rain), condenada por dirigentes de las Asambleas de Dios cuando surgió hace medio siglo. Esta herejía, según señala Ruth Gledhill, toma su nombre de un versículo de la Biblia que algunos usan para predecir el fin de los tiempos, cuando Dios va a asumir el dominio sobre la Tierra.

La Tercera Ola es una parte del amplio movimiento Dominionista. El texto básico del dominionismo pentecostal y otros sistemas de creencias afines es el Apocalipsis, con sus profecías del fin del mundo y la bestia de las siete cabezas, a las que se atribuyen diversas identidades, como el papado, o incluso los EE.UU.

“Los teóricos de la conspiración dominionista asumen que éstos quieren tomar el aparato de Estado”, comenta la corresponsal religiosa de The Times. “No es así”, continúa. “Simplemente están a la espera del momento en que Dios se encargará de ello, en la creencia de que los gobernantes que actúan sin su orientación no están haciendo un buen trabajo”.

No me parece necesariamente malo ser 'hereje' (la palabra viene del griego para 'elegir'). Cuando elegimos tomamos buenas, o malas, decisiones. ¿Habría acaso que recordarle a Manuel López que gracias a personas que tomaron decisiones independientes y fueron calificados como 'herejes', tales como Martín Lutero o Juan Calvino, fue posible la Reforma protestante? Aunque luego protestantes y católicos compitieran en la represión y masacre de los anabaptistas (al calificarlos también de 'herejes').

Así que la elección apocalíptica de los dominionistas de la Tercera Ola de Lluvia Tardía parece poco sabia. Pero tengo la esperanza de que habrá nuevas elecciones más sabias un día de estos entre nosotros, incluso cuando menos lo esperemos. ¿O como para qué otra cosa está el liberalismo religioso?







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